El pueblo del Km. 50 de Chulucanas llora la
muerte de Yomar.J.M.Y un niño que a sus cortos 9 años, en forma trágica perdió la vida en un accidente de tránsito cuando
acompañaba a su abuelita en un sepelio.
El
hecho de este caso que dejo al
niño sin vida , sucedió el día de ayer a las 4
y media aproximadamente a la altura del caserío Santa Rosa ubicado a
unos 5 de kilómetros de Chulucanas, cuando una gran multitud de gente que venía acompañando el seplio de un vecino del lugar, se dirigía al cementerio del caserío de
Huasimal.
El pesado vehiculo era en ese momento conducido por Josè Sernaqué Duran y se dirigía a Lima , haciendo su aparición a regular velocidad y sin medir las
consecuencias arrolló al niño.
Personas que acompañaban el sepelio dijeron
a este medio, que el chofer del ómnibus al parecer iba apurado y no bajó la
velocidad del vehículo, pues primeramente impactó al niño lanzándolo para
adelante, y aunque los acompañantes le gritaron fuerte no escuchó nada, pues llevaba
colocado unos audífonos, por lo que esta unidad
le paso primeramente con las llantas delanteras por sus piernas del
niño, y aun así, muchos hombres por más que golpearon la parte exterior del vehículo el chofer no detuvo la marcha, y éste término
pasándole nuevamente las llantas traseras por su cabeza .
El niño
vivía en una humilde casa del Km. 50 con su abuelita Aurelia Ramos Silva de 51 años , y su abuelito Eleuterio Yarlequé Ramos de 60, pero éste ultimo se fue el domingo a la ciudad de Huacho en busca de trabajo, y mantiene
aparte del niño a otra nieta de 12 años prima de la victima.
Su madre biológica del niño de nombre Lidia vive en La ciudad de Piura con otro
compromiso.
Mientras su única nieta que le queda, se aferra a la cama llorando, donde dormía su primo Yomar, es preciso decir que doña Aurelia, abuela del niño es de condición
muy pobre, y se gana la vida lavando ropa a los vecinos y recogiendo “Chatarra”
para vender y poder mantener a sus dos
nietos que tiene, por lo que entre lagrimas pide la apoyen económicamente.
Como es de costumbre con familias de muy humildes, encina del ataúd se ha colocado
un plato para cualquier ovulo voluntario, además que ayer unos vecinos
solidarios le regalaron unas calaminas, para que en la parte externa de su casa se
acondicionara un lugar para el féretro, y no le afecte la lluvia, pues solo
cuenta con una habitación donde la mayor parte sirve de dormitorio.
Dramáticas escenas de dolor se podía
apreciar es este hogar pues muchas vecinas
que se encontraban llorando consolando a
la abuelita dijeron que ya es
costumbre, que chóferes no paran sus unidades cuando va un sepelio por el lado de la pista, y esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto.
El niño estudiaba en el colegio Andres
Avelino Caceres del Km. 50 y cursaba el segundo grado, según su profesora
Xiomara Sullón Chero, el niño era muy
inteligente, participativo amable con sus compañeros de aula, además de ser uno
de los mas aplicados pues en varias oportunidades se quedaba hasta al final acompañándola a ella,
termino diciendo.
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